A quién no le gustan los pipstachos? A pesar de lo tedioso que podría resultar "pelarlos", son un vicio difícil de contener. Pero, alguna vez se han fijado en la ruma de cascaritas que se termina acumulando en el proceso de comerlos?
Alguna vez pensé "qué desperdicio!, con lo buenos que son debería poder comerse la cáscara también". En fin, en mi manía cíclica de querer reciclar o aprovechar los desperdicios que encuentro a mi alrededor, decidí que debía aprovechar esas cascaritas y así lo hice.
Alguna vez pensé "qué desperdicio!, con lo buenos que son debería poder comerse la cáscara también". En fin, en mi manía cíclica de querer reciclar o aprovechar los desperdicios que encuentro a mi alrededor, decidí que debía aprovechar esas cascaritas y así lo hice.
Encontré en casa unas botellas de pisco de forma muy simpática y luego de apurar el contenido en un súper pisco sour, las lavé y limpié bien. Mientras esperaba que las botellas secaran, me tomé la molestia de limpiar bien de todo resto de sal y sobritas las cáscaras de los pistachos para así evitar que se pudieran llenar de moho dentro de la botella. No pude quedar más contenta con el resultado. Las botellas rellenas con las cascaritas se ven lindas.
Así que ya saben, si son adictos al pistacho, tómense un rato para hacer un elemento decorativo original para su casa.
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